Y Jesús dijo me voy,de tacticas ya no hablo
pero un consejo les doy: la pelota siempre al diez
que ocurrira otro milagro.

El diez susurro a su oido: novia eterna ven conmigo,
te llevare de paseo que nos vera todo el mundo
y sabran cuanto te quiero.
La pelota enamorada,blanca piel inmaculada,
se entregaba sin pudor a su flor de terciopelo
de su eterno gran amor.

El fut y gran as de baile comenzaban su paseo
sobre la silueta lento convertia a los rivales
en estatuas de cemento.

Gran amante por doquier,danza el diez con su mujer.
Caricias besos y abrazos,el diez haciendo el amor,
y el orgasmo fue un golazo.