Ayer no más tu sol me entusiasmaba; no llorabas por mí, no llorabas por nada. Dejaste que el dolor te curtiera la piel, ojalá no sea tarde. Para volver a nacer, para poder levantarte.
Me encantaría que estuvieras dormida, que estuvieras dormida, me encantaría volver a verte reír. Como me gusta verte reír!