Son las tres de la mañana, y yo sigo aquí, escribiendo en mi diario y revisando de vez en vez  mi ventana, querido te ver cruzando la calle con la mirada perdida y un ramo de flores en la mano como solías hacer…De vez en cuando un gorrión se posa en mi balcón y me sobresalto, mi ilusión se desploma al ver que no eras tú el que golpeaba mi ventana…y aun sigo aquí esperando una llamada que jamás llegara, flores que jamás compraras, tu olor que jamás volverá y un perdón que jamás dirás.
Ya son las 3 y media de la mañana, y aun sigo aquí…esperándote.