Hermana;

Te extraño tanto, extraño como eras, las peleas, todo. Te extraño en casa jodiéndome, rompiéndome las pelotas siempre haciéndome preguntas desubicadas, y haciéndome enojar todo el tiempo. Detestaba cuando ensuciabas las cosas, cuando comías mal, cuando te decía que hagas esto y no lo hacías y me ponías histérica. ¡TE EXTRAÑO AL LADO MÍO TODOS LOS DÍAS!. Extraño tu forma de ser, y odio la que tenes ahora, toda medicada, NO SOS VOS no sos la de antes, la hermana que yo jodía todos los días, nos pegábamos nos peleábamos  por el control remoto, por atender el teléfono, por quien se bañaba primero y hasta por quien lavaba lo platos o levantaba la mesa. Cosas de todos los días, cosas comunes, pero esas cosas son las que más extraño. Llego a casa y no tengo a nadie con quien pelear o quien se enoje porque no la quiero saludar. Te veo como mucho dos veces por mes, y cada vez que te veo me resigno a pasarla bien con vos, porque me molesta que estés tan dopada de medicamentos. Quisiera mil veces volver el tiempo atrás, y vivir en esas épocas que aunque no eran las mejores, te tenía a mi lado. Me siento vacía, con vos pasaba más tiempo que con mamá y papá. Podré tenes miles de amigos, y otras dos hermosas hermanas, pero nadie puede ocupar tu lugar. Quiero que vuelvas a ser como antes, cuando estabas bien. Muy pocas veces valoré tu presencia, porque nunca llegué a esta etapa de extrañarte tanto, y ver que cada noticia que llega de vos es cada vez peor, que los médicos no saben porque reaccionas así, que mamá no da más porque no puede resolver el problema, los medicamentos te intoxican, y cada vez la cosa empeora. 
No me dan ganas de vivir si no te tengo a mi lado, no me importa nada, no me interesa nadie.
Te extraño a más no poder hermana, te amo con todo mi ser aunque me cueste decirlo y tampoco te lo diga. Te quiero de vuelta por favor.