
Quizá fue la mañana en que vendados los dos descubrimos cómo eran las cosas y sin abrir los ojos nos teletransportamos adonde desearíamos estar. Entonces besas el hechizo que me obliga a arrastrarme entre Guinea y tus sábanas. Nuestra sociedad no ayuda mucho mientras la pasas bien, yo lucho. Quizá fue la mañana en que vendados los dos descubrimos cómo eran las cosas y sin abrir los ojos nos teletransportamos adonde desearíamos estar. Pero tanto lo siento que sólo es un momento que todos deberíamos pasar.